¿Qué es un Ghoul?

Ghouls

Ghouls, la misma palabra conjura imágenes de criaturas pálidas y deformes, acechando entre lápidas y criptas, garabateando en el polvo del cementerio y arañando las tapas de los ataúdes, siempre buscando desenterrar y revelar lo fétidos restos de los fallecidos de la humanidad.

En el Mundo de Tinieblas, el término “Ghoul” se refiere a una criatura, normalmente un inocuo humano o animal, convertido repentinamente en sobrenatural por una dieta de Vitae, la sangre del vampiro. Libre de la dominante sed del vampiro, no más vulnerable a la luz del mediodía que cualquier persona, no parecen ni mucho menos los hombres del saco devoradores de cadáveres de los que reciben su nombre. A algunos les puede parecer una vida atractiva: un Ghoul no envejece, puede sanar de casi cualquier herida, tiene el doble de fuerza que tenía antes. Suena maravilloso, pero no lo es.

Un Ghoul no es una versión aguada de un vampiro. Los Ghoul pueden no estar Condenados, pero en muchos aspectos lo suyo es peor. La Sangre cambia muchas cosas en un ser vivo. La amenaza vampírica del frenesí persigue a todos los Ghoul, llevándoles a extremos de ira y deseo… extremos frecuentemente centrados en sus necesidades humanas todavía presentes. También pueden aparecer otros estigmas; deformidad, locura, o incluso algo más terrible. Quizá lo peor de todo sea que muchos Ghouls quedan apresados por el vínculo de sangre. Estos desdichados adictos quedan obsesionados por sus amos, también llamados “Domitoris”. Es demasiado fácil para la personalidad de un Ghoul quedar sujeto por la Fuerza de Voluntad de su Domitor. Es un esclavo… puede que por propia voluntad al principio, pero eso no durará mucho. Una vez que ha probado la Sangre, no queda.

Los Ghoul no tienen una dependencia biológica de la vitae… al principio. Pero una vez que éste saborea las primeras gotas de pura gloria y poder destilado es difícil que vuelva atrás. Es atrapado rápidamente por el Vínculo de Sangre, su misma existencia gira entorno a esa horrible persona y maravillosa sin la cual el Ghoul está seguro no podría vivir.

Los Ghoul viven de forma cotidiana como un humano normal; comen, beben, sangran… pero ya no son del todo humanos. Los adictos al vitae pueden entrar en frenesí y herir inadvertidamente a alguien cercano a su vida. Sus procesos biológicos han aumentado… pero también lo han hecho sus impulsos, impulsos que son mucho mayores que los de los no-muertos. Ya no envejecen como los humanos normales; siempre caminan al borde de una caída mortal, y todo lo que hace falta en una simple gota de sangre.

Como un esclavo de la sangre, los Ghoul forman parte de la sociedad de la Estirpe, pero una parte prescindible. Ningún Sire está obligado a instruirle; saben poco de los Clanes, amigos o enemigos. Los hechiceros Tremere y los psicópatas Malkavian son el doble de aterradores. Poderes como Obtenebración y Protean son especialmente espantosos a los ojos de un Ghoul que no poseen este tipo de poderes. Sin embargo, es extraño que un Ghoul conozca estos temas; difícilmente sabrían lo que es un Clan o incluso un vampiro. Todo lo que los adictos saben es que un persona fabulosa ha entrado en su vida, y le brinda esa cosa que los hacen sentir invencibles, aquella persona que les hace encargos extraños de vez en cuando, pero todo eso vale la pena.

En los extraños casos, en los que un Ghoul forma parte de una cuadrilla o manada de vampiros significa algo gratificante, el poder moverse a la luz del día los puede llegar a convertir en apreciados miembros de su grupo.